Hay que tomárselo con calma, con mucha calma, nada de coger un papel hasta, por lo menos, el miércoles que viene, nada de contestar el teléfono hasta el jueves. Despacio, todo muy despacio, hay que ser comedidos, que, aunque nos han vendido la pereza como un pecado capital, -si no sufres no estás bien visto- hay que empezar a reivindicar el buen nombre de los vagos, al fin y al cabo los verdaderos impulsores del actual avance de la humanidad.
¿Qué hay de malo en descansar todo lo posible permitiendo a los que verdaderamente valen que terminen el trabajo sin causarles molestias, aunque solo sea porque se ha aburrido de esperar a que tú lo hagas? ¿Qué hay de malo en no dar siempre el 100%, si con el 50% es suficiente y además, te permite estar descansado?
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